- La sequía actual se limita a evidenciar las graves carencias de la actual planificación hidrológica española.
- Sí, hay agua para todos pero no hay agua para tanto consumo, y mucha menos para tanta expectativa creada.
3. Las sequías destapan los problemas de escasez, contaminación y sobreexplotación.
- España no puede permitirse que una sequía le pille por sorpresa, hay que gestionar la demanda.
- La mala gestión reduce la resiliencia de la planificación hidrológica, y dificulta el modo de enfrentarnos a las sequías.
6. Las imágenes de embalses vacíos nos hablan de mala gestión, no de meteorología. Reflejan los consumos, no las precipitaciones.
- La sequía actual se limita a recordarnos que nuestra planificación hidrológica sigue sin adaptarse a la realidad climática.
8. La severidad de las sequías ha ido en aumento, nuestra capacidad para enfrentarnos a ellas se reduce.
- En el año hidrológico que hemos cerrado, España ha consumido prácticamente la misma cantidad de agua superficial que la media de los anteriores, no se gestiona la demanda.
- Si se mantiene el ciclo actual, las reservas del recurso no se recuperarán para mayo de 2018.
- Muchos ecosistemas acuáticos del mediterráneo necesitan las sequías cíclicas, son su singularidad, sin embargo, la sobreexplotación del recurso estabiliza la escasez.
- Las demandas actuales de agua imposibilitan que los ecosistemas acuáticos resistan a los ciclos de sequía, situación que empeora con el cambio climático (tiempo e intensidad).
- Lugares como Doñana no sufren por las sequías cíclicas ordinarias: su extrema riqueza ambiental y su singular biodiversidad existe gracias a eso pulsos del clima. Sin embargo, sí sufren por la explotación de sus recursos, que alarga la falta de agua hasta impedir la supervivencia de las especies.
- España, inmersa en un evidente ciclo de sequía, difícilmente podrá salir airosa si sigue la política actual de aguas de incremento de la demanda.
- Más trasvases y más embalses no traerán agua por arte de magia.
- Se debe gestionar la demanda del recurso cuando hay agua.
- Varios planes hidrológicos siguen incluyendo demandas que no puede satisfacerse con los recursos disponibles.
- Ya no es solo necesario cimentar la política de aguas sobre criterios ambientales y no sobre un modelo cortoplacista, es urgente y es la única salida.
- España debe enfrentarse a las sequías de forma proactiva y no reactiva. Hay que planificar asumiendo que las sequías existen, no obviándolas.
- El ‘Mar de Castilla’ no desaparece por la sequía, lo hace por la nula planificación con criterios ambientales y por una caducapolítica de trasvases.
- Después de 17 años dando forma a unos planes hidrológicos, España sigue enfrentándose a las sequías de forma reactiva y no preventiva.
- Desde el año 2000 se han invertido cerca de 4.000.000.000 euros (70% dinero público) en modernización de cerca del 40% de las hectáreas de regadíos, lo que demuestra que la eficiencia no soluciona todos los problemas.